Lolita Flores y Luis Mottola vuelven a Madrid con su obra ‘Llévame hasta el cielo’

Llévame hasta el cielo | Foto: Lerele producción

Con un formato de comedia y algún que otro matiz trágico, Lolita Flores y Luis Mottola vuelven a Madrid con su obra teatral ‘Llévame hasta el cielo‘ en el Teatro Quique San Francisco

‘Llévame hasta el cielo’ en Madrid

Lolita y Luis Mottola vuelven a los escenarios del Teatro Quique San Francisco (antiguo Teatro Galileo, calle Galilleo, 39) con su obra ‘Llévame hasta el cielo‘, una función en la que dos personajes que se encuentran en un ascensor quedan fortuitamente encerrados y, durante unas horas, descubren la existencia de un universo mágico en el que lo imposible se convierte en realidad y que impacta en sus vidas, cambiándolas para siempre. 

La obra es un espectáculo de Lerele Producción que fue estrenado el 15 de julio de 2020. Ahora, estará en el cartel del 25 de agosto al 12 de septiembre bajo la dirección de Juan Carlos Rubio y será al aire libre, en el patio del teatro, de miércoles a domingos a las 21:45 horas. Las entradas ya están a la venta en la web del teatro.

La producción de ‘Llévame hasta el cielo‘ reproduce la limitación del espacio físico que sugiere la localización de un ascensor y la escenografía es sencilla con una caja de ascensor completa con paredes removibles que permiten el acceso de cámaras y que, junto con un diseño de iluminación dinámico, concentra la atención de la acción en los intérpretes en el entorno de la caja negra. 

Sinopsis

Imagina que lo has perdido todo. Imagina que tu vida ha quedado completamente vacía. Imagina que el mundo, las personas y el futuro te han abandonado para siempre. Imagina que no te queda nada por vivir. Nada.

Marcelo está dispuesto a hacerlo. Va a matar a su mujer. Va a matar a su amigo del alma. Va a subir a ese maldito ático que roza el cielo y va a acribillarlos a balazos. Y, después, va a saltar desde la terraza para marcharse de este mundo y seguir persiguiéndolos en el mismo infierno. Pero alcanzar su destino tiene y precio y Marcelo va a tener que pagarlo. En un asfixiante ascensor que se detiene, sin explicación, a cientos de metros sobre el vacío.

Encerrado en ese ascensor con una mujer extraña y desquiciada que parece saber demasiadas cosas sobre él, el tiempo corre y parece que no hay salida hacia su libertad.